No es que sea un Apple fanboy, es que esta bestia es la herramienta definitiva. Nunca me había gastado tanto dinero en un tablet (he tenido otros iPads anteriores), pero este dispositivo ya son palabras mayores. Potencia por todos lados, calidad por los cuatro costados, ligereza, durabilidad, robustez, compatibilidad con Apple Pencil y Magic Keyboard… en definitiva, es una oficina portátil.
Es cierto que muchos pretenden que sea exactamente un ordenador, sin serlo. De ahí que surjan algunas voces críticas con este asunto. Las entiendo, pero estamos hablando de un tablet, con la potencia de un ordenador de gama media-alta. Es decir, que el sistema operativo (iPadOS) marca una distancia con MacOS o Windows que ha de tenerse en cuenta. Si tienes que elegir entre un ordenador o un iPad Pro, debes pensar en el uso que le vas a dar. Este pepino puede hacer muchas de las cosas que hace un ordenador, pero insistimos, no es un ordenador.
Cuando conectamos el Magic Keyboard, o conectamos un ratón y un teclado por bluetooth, sencillamente se expanden todas las posibilidades. Trabajamos casi con la misma experiencia de un ordenador, pero sin la gestión de ventanas que permite un sistema operativo de escritorio. El gran salto de este dispositivo ha sido la potencia y la experiencia multimedia. Si ya trabajabas bien con un iPad, esta versión Pro con M1 va a dar un salto cualitativo enorme a tu experiencia.
A todo esto se suma la integración con el ecosistema de Apple. Especialmente destacable es el Universal Control, que nos amplía las fronteras de control mucho más allá de nuestro iPad o Mac.
Hace más de 8 meses que compré el iPad Pro M1 de 12,9″. Una de las mejores compras que he hecho. Lo uso para trabajar, leer, estudiar, consumir contenido multimedia… digamos que le saco bastante partido. No he tenido ningún problema con él. La pantalla Mini LED es sencillamente espectacular. Parte de mi rutina es diseñar, por lo que los colores y el contraste se convierten en algo clave, algo que nunca me habría planteado hacer con un iPad, por potencia y por fiabilidad de la pantalla. Pero este bicho me permite hacerlo con solvencia y en cualquier lugar.
Lo único que noto es que la batería a veces no dura tanto como me gustaría. Pero para mi rutina es más que suficiente.
En cuanto al Apple Pencil, es una auténtica delicia. Lo único que no me gusta es que el doble toque a veces no es muy fiable, pero por lo demás vale cada euro.